Análisis – Daylight
Género: Aventura/Terror en primera persona. Plataformas: PC y PS4. Fecha de lanzamiento: Primavera de 2014
La ciudad de New Kipling acoge el celebre hospital psiquiátrico de Mid Island. Éste se alza en el centro de una pequeña isla rodeada de bosques y su historia se tiñe con la sangre de cientos de muertos.
Y es que el hospital fue utilizado como prisión en los años 30 y 40, hasta que una serie de accidentes obligaron a sus responsables a cesar toda actividad.
Abandonado durante décadas, fue reformado en los años 80 como asilo para ancianos. Sarah, la protagonista de ‘Daylight’, despierta en este lugar en plena noche y solo cuenta con su teléfono móvil para orientarse en la oscuridad.
Una voz masculina nos llamará y empezará a darnos pistas para sobrevivir a la pesadilla que nos aguarda:
Gráficos:
Zombie Studios se ha servido del Unreal Engine 4 para dar forma a esta tétrica aventura y como sucede durante el juego, nos encontramos con luces y sombras.
Los efectos de luz, como los que generan las bengalas o las barras luminiscentes están bien conseguidos, pero no es el caso del fuego, que se antoja superficial y poco realista. Los escenarios se generan de forma aleatoria lo que significa que cada partida será distinta de la anterior, aunque siempre serán oscuros y laberinticos.
Tras visitar el hospital, accedemos hasta la prisión, desde la que llegamos a las alcantarillas y desde allí al bosque, sin duda la mejor localización del juego. Y es que el agua y la vegetación logran sacar el máximo provecho, aunque el motor del juego está desaprovechado.
Sonido:
Este es sin duda el mejor apartado de ‘Daylight’ y es que la gran variedad de efectos y lo bien implementados que están, nos harán saltar del asiento en más de una ocasión.
Gritos y alaridos, pasos en la oscuridad, ahogados lamentos o chirridos de puertas y ventanas, son solo una pequeña muestra de lo que nos tocará sufrir mientras atravesamos este lugar.
La banda sonora sabe acentuar la tensión y nos alerta de la presencia de los espectros.
Controles:
Nada más comenzar descubrimos que el control es muy sencillo. Podemos correr (con R2) empujar algunos objetos y saltar determinados obstáculos con O y recoger barras verdes, bengalas y documentos pulsando X. La cruceta nos permite sacar barras verdes (para ver con más claridad) y las bengalas (para alejar a los enemigos) mientras que con la X recogemos documentos, abrimos puertas o accionamos palancas.
Diversión y Duración:
El desarrollo de ‘Daylight’ es muy simple. Debemos recorrer una serie de escenarios y recoger un número exacto de documentos. Eso nos da acceso a un objeto especial (una muñeca, una biblia..) que abre la puerta a la siguiente fase. Es una pena que la jugabilidad se vea sometida a repetir el mismo sistema una y otra vez.
Quizás por eso la duración del título es tan baja (como su precio) y puede completarse en solo 2 o 3 horas. Por fortuna la ambientación está muy lograda y los documentos que encontramos aclaran la historia del lugar. El único atractivo para volver a superar la aventura y conseguir más trofeos, es que el juego genera los escenarios de forma aleatoria y al volver a empezar, nos muestra otros decorados nunca vistos, lo que nos obliga a buscar a tientas los objetos necesarios para poder avanzar.
Veredicto:
‘Daylight’ es una aventura de terror entretenida pero muy corta, que sigue los pasos de otras como ‘Outlast’ (aunque aquí si podemos defendernos de los enemigos) y que cuenta con una lograda ambientación y unos efectos de sonido de infarto. Es una lastima que las mecánicas sean tan simples.
Me costó 9,59€ y me lo he pasado dos veces,consiguiendo el 78% de trofeos y lo cierto es que me ha gustado mucho.
Es verdad que la base del juego es muy simple, pero el hecho de que cambien los trazados hace que cada vez que juguemos sea distinta.
Un buen juego de terror para pasar unas horas y que acojona de verdad, sobre todo por los efectos de sonido, la música y los objetos que se mueven solos a nuestro alrededor.
Estoy pensando en empezarmelo en modo difícil aunque no se si me atreveré…