Análisis – Tembo The Badass Elephant
Género: Aventura Plataformas: PS4, Xbox One y PC. Fecha de salida: 21 de julio de 2015.
SEGA y Game Freak presentan ‘Tembo The Badass Elephant’. Se trata de un juego de plataformas en dos dimensiones con un cuidado diseño artístico y gran profundidad.
Inspirado en las películas de los años 80 (la referencia a ‘Rambo’ es más que obvia) nos encontramos ante un título muy recomendable, gracias a su variedad de niveles y a la calidad que demuestra a cada paso.
Tembo es un elefante de armas tomar, nacido en la isla de Tuskland, donde luchó en una guerra entre humanos junto al General Krenman, regresando a su pacífico hogar tras la victoria.
Muchos años después Krenman vuelve a su ciudad natal, Shell City, para descubrir que ha sido invadida por un cruel ejercito conocido como Phantom.
Será entonces cuando pida ayuda a Tembo. Nuestra misión será limpiar la ciudad de enemigos y salvar a los rehenes mientras arrasamos con todo:
Gráficos:
El acabado visual mediante la técnica de cell shading es uno de los grandes triunfos del juego, ofreciendo gran detalle en cada una de las localizaciones. Es como si estuviéramos viendo una cinta de dibujos o leyendo un cómic. La destrucción del escenario es otro de los aspectos más cuidados del juego.
La animación del elefante protagonista es más que notable. No hemos encontrado ralentizaciones de ningún tipo en el transcurso de la partida, lo que habla bien a las claras de la resistencia de un motor gráfico capaz de mostrar en pantalla gran cantidad de elementos sin inmutarse.
Si el diseño de los escenarios es sobresaliente, lo mismo puede decirse de los enemigos. Y es que a lo largo de la aventura nos enfrentaremos a toda clase de soldados, tanques y hasta robots gigantes.
Aunque se trata de un título de avance lateral en 2D, en algunos momentos somos disparados por un cañón hacia una tercera dimensión, logrando un efecto de profundidad muy espectacular.
Sonido:
El juego carece de voces e incluye textos en español. Los efectos de sonido cumplen su función mientras que la banda sonora acompaña la acción aunque sin grandes alardes. Es quizás uno de los aspectos más débiles del juego por que no logra destacar ni cuenta con temas demasiado interesantes.
Controles:
Manejar a Tembo es muy sencillo. Desde la isla del primer nivel a modo de tutorial aprenderemos todos los movimientos básicos del juego, que nos permite cambiar entre tres opciones de control distintas. Además de correr y saltar, Tembo puede mantenerse unos segundos en el aire o expulsar agua por la trompa (ideal para apagar cajas en llamas), así como embestir a los enemigos en todas direcciones. También podemos rescatar a distintas personas. Al liberar a un civil se subirá a nuestro lomo y allí permanecerá hasta que lleguemos al final.
Diversión y Duración:
La ciudad de Shell City se compone de cuatro zonas con un total de 18 niveles. Eso supone que podemos completar la historia en apenas 5 horas, aunque para conseguir el 100% necesitaremos más tiempo.
Sin embargo cada fase está llena de secretos y rutas alternativas donde encontrar civiles o cacahuetes (al recoger 300 nos darán una vida extra), lo que invita a superar nuevamente cada nivel.
Además, el desarrollo de la aventura es muy variado y divertido. Tan pronto estamos subidos a un tren como recorriendo un valle entre montañas, jugando a los bolos con el enemigo o dentro de un pinball gigante.
Por desgracia su dificultad se dispara en algunos momentos y en otros cae en picado (uno de los tres jefes nos duró 11 segundos) , lo que unido a su breve duración y la ausencia de extras, hace que sea un desafío fugaz.
Veredicto:
‘Tembo The Badass Elephant’ recupera el espíritu original de los mejores juegos de plataformas. Es una mezcla única que obtiene muy buenos resultados gracias a un desarrollo muy variado y divertido. Su acabado visual a modo de dibujo animado y las posibilidades que ofrece el control de Tembo, hacen que su primera aventura sea recordada con especial interés.
Solo una dificultad algo elevada en determinados momentos y su escasa duración le alejan de las obras maestras del género. Sin embargo, conviene recordar que se trata de un título de corte independiente y bajo presupuesto que es capaz de competir con títulos de mayor envergadura.
